lunes, 5 de septiembre de 2016

ESTRELLAS DEL CIELO EN LA TIERRA Oscar bernal y Karen Pardo



En cuanto a la producción de la película es interesante ver el contexto que se escogió para realizarla, el escolar, ya que es un ambiente donde se pueden encontrar distintas perspectivas a través de cada niño y habilidades que ellos pueden desarrollar para aprender. Además de esto, las ayudas audiovisuales que fueron provistas para adentrarnos en la cabeza y los pensamientos de Isham fueron en gran manera efectivas. La producción no fue un obstáculo para que como público pudiéramos comprender la idea que se quería transmitir, sino fue como mejor pudo ser hecho. Adicionalmente los personajes que se escogieron complementaron la historia a la perfección ya que permitían ver qué miradas pueden haber frente a una situación como la que se presentó y las distintas tensiones en estas situaciones según la personalidad y el grado de cercanía que se tenga con la persona que presenta una dificultad como la dislexia.

Es realmente atractiva la mirada que se da desde la película hacia la lectura y la escritura, porque dentro de lo tradicional asumimos que si no es de cierta forma que se hacen estas actividades entonces no son posibles. No obstante, desde allí vemos que ellas no se quedan en medio de salones, cuadernos y libros, sino que pueden ser trasladadas a otros escenarios donde el niño se pueda sentir más agusto e inspirado para hacerlas; y para esto no es necesaria una escuela especial, sino fomentar las distintas habilidades y talentos que cada uno tiene. Además se está dando otra entrada a ellas a través del arte que en la mayoría de las escuelas no se tiene en cuenta o no se le da mayor importancia.

Vemos a Isham como un niño cuyo comportamiento nunca había sido comprendido por sus maestros, sus padres ni ninguna otra persona; aunque su madre intentaba entenderlo y no asumirlo negativamente, esto no era suficiente para que él superara su dislexia (alteración que nadie sabía que presentaba) y desarrollara su facultad para leer y escribir. La falta de comprensión por parte de sus maestros y sus padres generó en él inseguridad y baja autoestima, detrás de las cuales se ocultaba lo que pasaba por su cabeza, no lo expresaba por miedo a la reacción que otros pudieran tener, especialmente su padre. En un primer momento lo veíamos como un niño al que se le dificultaba concentrarse y entender ciertas cosas de su entorno; sin embargo, más adelante podemos ver que no se trataba de una incapacidad de aprender matemática, geografía o lingüística, sino que lograr esto dependía de la forma en que estas se le fueran enseñadas debido a su condición.

No se le puede atribuir los resultados que se veían a una baja inteligencia o a una carencia de la misma, sino por el contrario a la omisión de que ciertas habilidades necesitaban ser fomentadas a través de métodos que no eran los convencionales y que usaban como herramienta lo que a él se le facilitaba para lograr resultados positivos. Veíamos que Isham tenía la capacidad de entender el mundo, pero que debido a que lo hacía de otra manera se asumía que no podía hacerlo. Sus sentidos eran fundamentales para esta tarea, especialmente a través de su tacto y vista comprendía y aprendía su entorno, por medio de la pintura, su actividad preferida y que más adelante vendría a ser el medio del que se valdría para entender lo que no había sido posible con libros. También la especial atracción que tenía hacia los colores, sonidos y lo desconocido fue de gran ayuda para que los métodos que Aamir Khan usía fueran efectivos durante su proceso; no era lo mismo que un profesor le obligara a escribir en sus cuadernos con lápices a que lo hiciera en lienzos con pinturas, esta era la forma en que mejor estaba aprehendiendo lo que estaba sucediendo a su alrededor.

Dentro de las características de la dislexia, las que más evidenciaba eran a nivel de escritura. Presentaba escritura en espejo, tanto de letras como de números, inversión de los mismos, dificultad para identificarlos, inversión entre aquellos que son similares (tanto en escritura como en fonética), caligrafía pobre (baja motricidad fina) y mala ortografía (no porque aprendiera la equivocada, sino porque no aprendía la correcta, escribía la misma palabra con distintos errores en una misma línea). También tenía dificultad en la lectura, poca comprensión de esta y no captaba la información que ella
contenía (como en la ocasión en que tenía que extraer la idea central del poema y su respuesta no era la que el maestro esperaba). En cuanto a cálculos matemáticos se le dificultaba hacer operaciones básicas para su edad (cuando contestó 3 a la operación de 3*9), invertía algunas cifras de números y hacía las operaciones por la izquierda (dificultades en la lateralidad). Presentaba otras características como lentitud, dislalias (que se vio superada en la pronunciación entre las palabras “mat” (/mæt/) y “mate” (/meɪt/)) y dificultades para entender problemas, especialmente cuando estos presentan complejidad verbal, como cuando su padre lo regañaba.
Finalmente, encontramos admirable la tarea que hizo Aamir Khan como maestro. Tenía un corazón tan sensible por los niños que se ingeniaba siempre la mejor manera para hacer del mundo en el que vivieran uno más favorable y para que esto fuera así no le importaba sacrificar lo propio. Se involucró tanto en el caso de Isham que buscó a sus padres, miró lo que a él le gustaba hacer y conforme a esto encontró la forma en que se destacara en ello para solucionar el problema de desconfianza en sí mismo que durante años había tenido en las escuelas donde estudió. Lo primero que hizo fue saber lo que pasaba por su cabeza, se puso en sus zapatos y por medio de ejemplos le hizo saber que él no era la única persona que veía el mundo como él lo hacía y que esto no era un impedimento para que él tuviera una vida exitosa. Logró que el director de la escuela le diera un espacio para que le fuera dada una enseñanza especial ya que él sabía los métodos que podía utilizar para corregir aquello que estaba mal en Isham y le impedía comprender de una manera sencilla lo que lo rodeaba. Y fue así como su conocimiento, amor por lo que hacía y servicio, hicieron del mundo de Isham uno en el que pudiera hacer todo lo que hacían los demás niños con la ayuda de lo que más le gustaba y en lo que mejor se desempeñaba, la pintura.